lunes, 4 de enero de 2010

Ballena Franca

Los preparativos para el viaje de egresados eran muchos. Habían comenzado con el mismo entusiasmo que todos los años con el agregado que éste era el último, ya que debido a la reforma educativa el próximo 7° pasaría a 8° sin abandonar el ciclo.
Por mi parte, representaba mi primer separación familiar prolongada, sin embargo estaba feliz de participar de aquello.
Así fue que luego de todas las fiestas de egresados y con miles de lágrimas derramadas partimos hacia Puerto Madryn.
Desde el primer día sentí que algo extraño me sucedía. Si bien los paisajes patagónicos son verdaderamente maravillosos, eso no justificaba mis ataques de llanto compulsivo, ni mi apetito voraz, ni mi sueño inagotable.
Fue mientras nos preparabamos para embarcar para realizar el avistaje de ballenas en Puerto Pirámide cuando una de mis alumnas observando mi campera inflada por el viento preguntó: -¿Qué nombre le va a poner Seño?. El resto de los chicos rio junto a nosotras y de pronto pensé que tal vez, no se trataba del viento...Siguiendo el juego contesté: -Franca, como la ballena.
La broma terminó allí, pero fue el anuncio de la mejor noticia que recibí en los últimos años. Mi panza siguió creciendo, albergando a un nuevo bebé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario